Caja con estuco y el sello de Blanca

Ya te lo he contado muchas veces, y es posible que tú también lo hagas, pero no puedo evitar el decir lo práctico que es no tenerle miedo a las pinturas ni a las manualidades, porque cuando necesitamos algo, podemos hacerlo a nuestro gusto.

Y esto es lo que le ha pasado a esta caja, que de estar guardada en un armario, ahora la podré utilizar como joyero para cuando vaya a casa de mi suegra...

Cada vez que vamos a su casa a pasar unos días, mis pulseras, pendientes y demás abalorios que me encanta colgarme, terminan desperdigados por el tocador de nuestro dormitorio.

Con lo sencillo que es utilizar un joyero...

Así que la semana pasada, saqué las pinturas, la pasta de relieve y una de las plantillas que ya había usado en el  cuadro de las flores y me puse manos a la obra...

Este es el cuadro que te comentaba... Lo puedes ver aquí

La caja tenía pintada la parte inferior de color "butter milk" y la tapa, en dorado y con el angelito de Miguel Angel... Y estaba durmiendo el sueño de los justos en el aparador, porque no me gustaba cómo me había quedado...

Así que para su nueva vida, escogí, para la tapa, una pintura color verde "mint", y un arabesco hecho con pasta de relieve, y teñido en tonos rosas y ocres...

Esta vez, se me desparramó sólo un poco...

En la parte inferior, decoupage con una servilleta de Ikea... la que tanto he usado, pero que me encanta...

Y en la parte delantera, me quedaba algo por poner, pero no lo tenía claro...

Hasta que llegó el regalito de mi amiga Blanca...

Te cuento:

Imagina que llegas un día al trabajo, a eso de las doce porque has ido a hacer una visita, y te encuentras sobre tu mesa una colección de sellos de silicona, un alfabeto precioso, sin nota de la procedencia. Había varias opciones:

1.- Un admirador secreto que supiera lo que me chiflan estas cosas

2.- Que alguna compañera del trabajo se lo hubiera comprado, hubiera ido a verme, y se le hubiera quedado olvidadas...


Ambas opciones eran poco probables...


Hasta que recordé que mi amiga Blanca, me había dicho que me había traido un regalito desde Nueva York, de su Viaje de Novios (se casó en septiembre...), y entonces, me dí cuenta de que había sido ella (a través de un compañero de trabajo mío que es amigo suyo...).Qué linda que es, mi amiguita... y cuánto la echo de menos en el trabajo (y eso que se fue hace dos años...)

Así que una vez resuelto el misterio (y tras darle las gracias a mi "espíritu afín") ya tenía resuelto también cómo marcar el  joyero:

El tema de los sellos también requiere un poco de práctica por mi parte, pero iremos poco a poco, sobre todo no espachurrándolos cuando los aplico, ni poniendo demasiada tinta...

Y es que es bonito que te traigan regalitos, así, tan misterioros, sobre todo porque sé que estos sellos recorrieron todo Estados Unidos hasta que han llegado hasta mí...

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