Los buenos propósitos

Esta mañana cuando venía en el coche, le iba dando vueltas a mis propósitos de este año que acabamos de estrenar.

Porque estrenar un año es como estrenar un cuaderno, que tienes 366 páginas limpias para poder escribir lo que quieras (o lo que puedas).

En realidad, no es tan distinta esta semana de las otras 51, pero parece que lo que toca estos días es hacer una lista de buenos propósitos, y así, ilusionarnos con todo lo que vamos a conseguir o a hacer.

Y te podría contar mil y un propósitos...

... pero no leerás que me he apuntado al gimnasio, o a clases de Inglés (aunque esto es algo que tengo que hablar con el profesor de los gemelos).


Porque lo mío es hacer cambios, hacer cosas. No tienen por qué ser grandes proyectos, pero soy consciente de que un simple detalle, puede cambiar por completo una pieza, o una habitación.

(de momento, ayer compré dos cojines grandes de color antracita para mi cama)

Para calentar motores, habrá que quitar mañana por la tarde todos los adornos navideños. Porque si te soy sincera, tengo ya ganas de normalidad decorativa y de vida, y dejar de encontrarme trocitos de espumillón por todos los rincones de casa.

Pero los verdaderos cambios, los empezaré mañana también , dándole una nueva imagen al mueble de la cristalería del salón, proyecto al que llevo dándole vueltas más de dos años y que mañana remato.

Y eso por no hablar de las lámparas de forja que llevan esperando a que me decida entre pintarlas con spray o con chalk-paint...

...porque creo que con spray no voy a poder decaparlas... Y esta duda impide que coja la brocha, pero creo que al final, me decantaré por la pintura, para que tengan un efecto empolvado e irregular, no como el liso y casi industrial que conseguiría con la pintura en spray.

(aunque estoy dispuesta a que me des consejos)

Y acabar con los UFOs que habitan en mi carrito de la costura, como el Mystery Quilt de Veronique Requena... Porque los meses que vienen son los más fríos y no me entrarán los sudores de la muerte mientras lo acolcho.

Y mil cosas más que irán surgiendo. Porque siempre hay que tener propósitos, y la primera semana del año es tan apropiada como la décimo tercera.

Y tú, ¿qué te has propuesto para este 2016?

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