Babys para niña

Hoy te enseño los babys que he personalizado para mi hija y y que justifican que tenga dos cajas repletas de recortes de tela, y metros y metros de cinta decorada.

Mañana es el primer día de colegio de Celia, en el cole "de mayores" (bueno, todo lo mayor que puede ser una criatura de 3 años...). Y para el cole, nos dijeron que ya que su clase es la "Roja", el baby tenía que ser del mismo color.

(lo cual significa que tengo que devolver el baby rosa que compré antes de la reunión con la tutora, por ir de previsora...)

 Así que el sábado fuimos ella y yo (junto con el gemelo mayor) a la busca y captura de babys rojos, para "la pequeña saltamontes", a la tienda que la madre de otra compañera me había recomendado.

Debo decir que según íbamos en el coche, Celia empezó a decir que ella quería un baby amarillo, que de rojo nada. Primer obstáculo: convencer a una criatura que no llega al metro de estatura de que en este tema, su opinión no puede ser tomada en cuenta. 

Y la uniformidad en el color del baby, que deben tener puesto durante toda la jornada escolar tiene su explicación: a ver cómo distinguen las profesoras a 75 niños , de los cuales gran parte aún no tiene 3 años, de qué clase es cada uno. Es cuestión de logística práctica. 

 Esto me recuerda a cuando los gemelos empezaron el colegio, siendo prematuros que tenían que haber nacido en el mes de enero del año siguiente al que lo hicieron y con Pablo diciendo que se llamaba Alberto (que es el nombre de su gemelo), y yo preocupada por si tenía confusión en su identidad (a parte de que apenas hablaba...). Entonces, le ponía  el baby con su nombre bien clarito, aunque no fuera obligatorio, no fuera que me confundieran a los niños, y la tuvíeramos liada.

Cuando llegamos a la mercería, el tema había sido sustituido por "El abuelo Goyo nos va a invitar a mi amiga Carla y a mi al restaurante donde ponen galletas circulares", por lo que me quedé algo más tranquila a la hora de pedir dos babys rojos.

(la mente de un niño de 3 años es así de voluble... sólo es cuestión de saber esperar...)

Frente al baby clásico de cuadritos, había otros con bies decorado y aplicaciones en los bajos y en los bolsillos. Muy monos, eso sí, pero 3 euros más caro que el sencillo... Y cuando la dependienta me los enseñó, me dije: "¿Acaso la madre de esta criatura con coletas no tiene dos cajas que apenas se pueden cerrar llenas de trocitos de tela?". Por no hablar de metros y metros de cintas, que dentro de nada le hago la competencia a Pontejos. Así que nos vinimos de vuelta a casa con los babis de cuadritos vichy sin decoración ninguna, que para eso tenía tiempo para "tunearlos" e ideas en mente para que los babys de mi niña sean de nuestro estilo (y más baratos, que este mes es muy malo para los bolsillos, y con ese dinero ahorrado tengo para comprar gomas y más gomas de borrar).

Al preguntarle a Celia qué quería que pusiera en su baby, me pidió una ardilla... No había problema, que para eso tenía guardados unos patrones de hace años de Bunny Hill y su ardilla Henrietta.

Para los bolsillos y las costuras del canesú trasero y delantero, saqué un "fabric tape" que había comprado en los chinos el año pasado y que estaba durmiendo el sueño de los justos...

(para que luego mi madre me diga que compro por acumular...)

Y el nombre bordado a cordoncillo, bien clarito (me sorprende que me salieran las letras tan iguales...).

Para el segundo baby, opté por un pajarito también de Bunny Hill. En este caso no le pedí opinión a Celia, no fuera que me pidiera un unicornio lila "oscurito", que de ese no tenía patrón (ni ganas de buscarlo).

También escogí una cinta distinta, en este caso de Tiger, que bueno, en realidad la escogió ella, y por eso no pega demasiado con el pájaro, igual que pasa con la cinta del otro baby, pero ya que el tema del "cole de mayores" no es algo que le haga precisamente mucha ilusión (no le hace ninguna), quería dejarle algún motivo para que sintiera el baby como suyo.

Han quedado bien monos, creo yo. Aunque la noche del sábado, allá por la una de la madrugada, mientras festoneaba las aplicaciones a mano, me preguntaba por qué...

a)  no me había limitado a bordar el nombre.

b) no había comprado los babys decorados, que eran graciosos (aunque nada originales), y me había dejado de bobadas de madre "perfecta" cuando no lo soy ni por asomo (de hecho, la ropa que me acuerdo de marcar lo hago con rotulador para CDs...)

Porque a esa hora podía estar durmiendo, o cosiendo unos hexágonos a la funda para la regla de patchwork que me estoy haciendo.  Pero ya metida en faena, hasta las últimas consecuencias... Y así mi niña empezará mañana el colegio con el baby que tiene cosas escogidas por ella, diferente al del resto...

(dentro de unos años será al contrario, querrá ir igual que las demás, 

pero ya cruzaremos esos puentes)

No me puedo despedir por hoy sin las gracias por los comentarios del viernes pasado cuando te hablaba de por qué creo que educar es como plantar tulipanes, y que me han animado a seguir explotando por escrito mis opiniones y mis preocupaciones. ¡Gracias por alentarme! Y por eso, el viernes te hablaré en el mismo tono. Te espero ese día.

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