Usando chalkpaint... una mesita de madera y un macetero de forja

De nuevo lunes, y después de varias entradas enseñándote mis costuras y mis reflexiones, hoy toca un poco de "tuneo" de muebles y accesorios, esta vez usando pinturas de tipo "chalk finish", y además, aprovecharé para contarte mi experiencia con las dos marcas que he usado, la de Xylazel (de Leroy Merlin) y la de Fleurs. 

(Lo mejor de este post son los comentarios del final, pues ahí encontrarás las experiencias de otras aventureras en el chalk paint... así que no te los pierdas si quieres tener más información)

Para esta mesita, usé la de Xylazel, en color crema. que tenía yo muchas ganas de darle otro aspecto. Es una mesa pequeñita, que tengo a la entrada del salón, y ha aguantado muchos años sin que pasara por mi "taller". Como puedes ver en la foto, el color era demasiado oscuro, y desentonaba con el mueble vitrina que está al lado.

Uno de los gemelos dice que tengo obsesión con pintar todos los muebles de la casa de color blanco, pero es que me parecía que este color claro iba a hacer que el mueble resaltara, además de darme juego con otras cosas que le he hecho.

(también me dijo una vez que tenía obsesión con el washi tape, y me prohibió entrar 

en su habitación con un rollito de esos en la mano)

El mueble lleva dos capas de pintura, lijando entre capa y capa, pero a pesar de eso, los bochazos se notan. Antes de darle la capa de cera, no se distinguían demasiado, pero fue darle la cera y empezar a resaltarse.

Para la próxima, usaré un rodillo, como hacía antes cuando usaba pinturas acrílicas...

Y ya que estaba en proceso de cambio, el cesto de mimbre que estaba encima ha ido a otro lugar, y he colocado una jaula... Aunque según escribo esto, he probado a poner una jaula gris más grande y redonda, y queda mejor...

El tirador original, también fuera...

El nuevo, lo encontré en "Maisons du Monde", que le iba estupendo en el cajón con rayas blancas y grises...

(me encanta cambiar los tiradores de puertas y cajones... creo que en casa

no queda ninguno de los originales...)

 Y el sobre de la mesa...

Reutilicé la plantilla que usé para un cuadro que hice este verano, y que aunque la mesa tiene siempre algo encima, no me importa que las letras no se vean en su totalidad, porque hace que no sean totalmente protagonistas sino que parezca que "pasaban por aquí"...

¿Ventajas de este tipo de pintura?

Que me ahorro el tener que darle las dos capas de gesso como hacía antes, lo cual es un avance. Además, me encanta el aspecto empolvado que queda, la suavidad al tacto (claro que al darle la cera, eso se pierde). Pero es que la cera es fundamental si quieres que el mueble aguante el roce, pues con una simple pasada de la uña, la pintura se levanta.

Lo que no me ha gustado de esta marca

Me pareció que la pintura era demasiado espesa, y eso que la iba removiendo continuamente... No sé si sería el calor que tenía aquel día en la cocina, pero lo cierto es que era un poco incómodo.  Pero bueno, la relación calidad-precio diría que es adecuada (ninguna maravilla, eso sí).

Claro que quizá mi experiencia se deba a que no soy una experta, pero sinceramente, no creo que vuelva a comprar otro bote de esta marca.

Y ahora, el macetero de forja

Este es el estado en el que lo "secuestré" del chalet de mi suegra...

Ya tenía varios años, y al estar a la intemperie, el dibujo se había estropeado y el metal estaba grisaceo... Así que en una de mis idas y venidas veraniegas, lo metí en el coche, con la promesa de devolverlo totalmente renovado.

Para pintarlo, usé un bote de color verde menta de la marca "Fleur", que es la que he usado para pintar otras cosas y me gusta mucho más que la marca de la mesita blanca.

En este caso, al ser metal, y a pesar de usar brocha, la pintura quedaba difuminada, y no se notaban los brochazos.

En la parte ovalada, una servilleta y unas letras hechas con pasta de relieve...

En la parte para las macetas, y para darle "movimiento", apliqué pintura más clara con la técnica del pincel seco, y la verdad es que me gustó mucho el efecto...

En este caso, a la marca Fleur no le puedo poner ninguna pega, para ser sincera. Me gustan los colores, y los botes salen bien de precio (en proporción, incluso más baratos que aquellos pequeños de Americana).


Y es que el tema del acabado con las pinturas chalk es algo que me trae de cabeza... De hecho, tengo un cubo de zinc en remojo para poderle quitar la pintura ya que al aplicarle una servilleta mediante decoupage, el efecto no me había gustado nada... Y mira, ya que nos metemos en faena, mejor que estemos contentas con el resultado, ¿verdad? Además, hace un par de días probé a aplicar la pintura sobre una lata de metal, usando una esponja, y ¡nada que ver! En este caso, el efecto es totalmente liso. Así que dejaré las brochas para otros menesteres y me pasaré a la esponja y el rodillo.


Porque así es como se aprende, probando y re-probando...¡¡¡ Y preguntando!!!

Ya sabes, espero tus consejos (o tus vicisitudes...)

(ah, ya tengo asumido que ha empezado el colegio, y sí, voy encontrando razones para alegrarme, como el poder tener un poco de rutina en las tardes, y así, liarme con mis pinturas)

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