No me apetece nada volver a trabajar hoy. Ni lo más mínimo.
Volver a madrugar, a salir corriendo de la oficina, a tener horarios tajantes por las tardes para que mi trío no se desmande y para que cenen a una hora razonable. A tener que volver a preguntar las lecciones el día antes del examen.
No me apetece tener que preparar informes, ni controlar que se atienden en tiempo y forma las incidencias de las empresas a las que damos servicio. Y además, no me acuerdo de la contraseña del ordenador (vamos, que he desconectado a tope...)
Pero ya que no queda más remedio, he intentado que la vuelta "al cole" tenga algo novedoso: mi cuaderno positivo para anotar las cosas que tengo que hacer.