Más de un mes sin asomarme por mi rincón... Y es que este verano ha sido (y lo doy por terminado ya que hoy regreso al trabajo) ha sido un verano raro. Muy raro.
Quizá la mayor diferencia con respecto a los veinte veranos anteriores ha sido el haber estado tres semanas en la playa.
Sí, tres semanitas de nada.
Y no por voluntad propia.