En estos dos meses...

Resulta curioso cómo pueden pasar las semanas, sin que nos demos cuenta, sin pasarme por este rincón y sin contarte mis cosas. 

La última vez fue a principios de noviembre, y ya tocaba volver a asomar la cabeza. Porque mi ausencia no significa que haya estado de manos cruzadas.

Todos los domingos por la tarde, tenía dos opciones: sacar el ordenador y escribir una entrada del blog, o seguir cosiendo como si no hubiera un mañana... Y ya sabes, lo mismo que se adquieren costumbres, éstas se pueden abandonar de la misma manera.

Y el otro día, mi amiga Lisi me preguntó qué pasaba.

Nada, no pasa nada. Simplemente, que no necesitaba escribir en el blog.

Al fin y al cabo, esto no es una obligación, ¿verdad?

Pero luego, mi amiga Ana, me recordó los motivos por los que hace casi 6 años me embarqué en la aventura de tener un blog: como vía de escape ante un trabajo estresante.

El trabajo sigue siendo estresante. De hecho, desde que empezó el 2017 ha sido muy estresante. Así que las razones para escribir siguen estando activas.

Así que esta tarde de domingo, me he sentado con el portátil delante, para retomar la costumbre de escribir mientras me pinto las uñas.

Porque hay costumbres que es necesario conservar.


Porque mientras que no escribía tuve tiempo para hacerle a mi hermana una bolsa con una tela adorable:

(esta bolsa merece una entrada en exclusiva)

Y Papá Noel me trajo todo lo que pedí, una plancha para mis costuras y aplicaciones, una troqueladora para redondear esquinas y el libro de Tilda que me faltaba:

También me dio tiempo ha hacer dos monederos de color turquesa, uno para mi cuñada y otro para su hija.

Y para empezar a leer el libro que me tocó en el sorteo de Guía del Jardín (recomendable tanto el blog como el libro).

Y para seguir con los bloques del Splendid Sampler, a falta de 8 para que termine esta aventura...

Como ves, estos dos meses han dado mucho de sí, y si me paro a pensarlo, parece que fue ayer la última vez que publiqué.

Y antes de poner el punto final a esta entrada, te reconozco que no ha sido tan duro el ponerme a escribir, que el domingo ha sido elástico y he tenido tiempo para poner la casa a punto, para hacer la comida de hoy y la cena de mañana, e incluso para echarme la siesta.

Porque es cuestión de organizarse, y de no perder las buenas costumbres.

Feliz semana (y te prometo que no volverá a pasar tanto tiempo en volver a vernos).

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