Más espejos Malma, pero esta vez, en blanco y gris.
Estos dos los tengo en mi dormitorio, y para hacerlo utilicé los siguientes materiales:
- Gesso blanco (lo uso tanto que por eso merece la pena comprar el bote de 500ml).
- Pintura americana gris Topacio
- Cinta adhesiva flexible de plomo
- Lazo de resina
- Cera para muebles
- Patina gris
- Rodillo de espuma (pequeño)
- Etiqueta de madera
Como siempre, las dos capas de Gesso blanco, pero esta vez, no pasé la lija de grano fino, porque quería que al aplicar la pátina, se resaltaran las irregularidades de la madera.
Una vez seco el Gesso, apliqué la pátina. En este caso, no apliqué barniz antes, porque esta pátina es al agua, y no "emborrona". El sobrante lo retiré con papel de cocina humedecido ligeramente en agua.
Para el lazo y la etiqueta, también dos capas de Gesso. En el lazo, utilicé la pintura gris Topacio. Respecto a este color, me dejé convencer por la dueña de la tienda de manualidades, y no me gusta demasiado, porque aunque en la foto no se aprecia, tiende al marrón, y por eso, para pintar la etiqueta, la clareé con un poco de pintura blanca.
En la foto, el detalle del lazo y de la cinta de plomo que enmarca el Malma, y la zona del espejo (aquí, lo corté por la mitad, para que fuera más fino).
Y las etiquetas:
Fue la típica compra por impulso en una incursión a la tienda de manualidades (me quedan dos a la espera de uso). La gracia que tienen es que tienen "labrados" el borde y los tornillos. Para resaltarlos, utilicé un palillo de dientes mojado en pintura blanca, la misma que usé para pintar las letras.
Lazo y etiquetas los pegué una vez seca la pátina.
Una capa de cera, un trapo de algodón para sacarle brillo, y espejos Malma terminados.
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