Utilizar el punto de cruz como entretenimiento no es algo nuevo para mí.
Aparte de las mantelerías que cosí siendo niña a la hora de la siesta, un año decidí hacer este sampler:
No recuerdo de dónde saqué los esquemas, sólo que llenó muchas horas de calor. Y una vez terminado, lo guardé a dormir el sueño de los justos, pues no sabía qué utilidad darle.
Al mudarme a la casa donde vivo ahora, la escalera se convirtió en un espacio a decorar. Y recordé entonces aquel sampler que estaba guardado en un arcón.
Le cosí alrededor de los bordes tela de cuadros vichi rojos y blanco, dejando en la parte superior espacio suficiente para pasar una vara de bambú (de las que se usan como tutor en plantas trepadoras).
Corté cuerda, y la anudé a cada extremo de la vara. En la fotografía no se aprecia, pero está suspendido de un cuelga-fácil.
Es una pena que no bordara la fecha...
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