La otra tarde le llegó el turno al pequeño mueble que compré hace dos fines de semana. Por su pequeño tamaño, puede servir para guardar botones e imperdibles (también podría servir para guardar horquillas o pendientes).
Como la madera en crudo tiene un color bonito y la veta me gusta, en vez de aplicar el Gesso como siempre, lo voy a "aguar".
Para conseguir el gris que me gusta, le pongo un poco al Gesso (obvia decir que cojo una cantidad suficiente de él y lo pongo en un cacharrito). Y para que la pintura quede casi como una veladura, mojo el pincel en agua, antes de coger la pintura. De esta forma, la madera parece teñida, en vez de pintada. Con dar una capa es suficiente, y cuando se seca, se le pasa la lija de grano fijo, para darle un efecto aún mayor de antiguo.
Y por último, la cera de muebles. La de la foto es la que suelo usar (el precio, unos 10 euros, puede desanimar, pero dura años). El olor no es demasiado desagradable.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Me encantará leer tu comentario: así sabré que has pasado por aquí...